El confit de pato es una receta francesa tradicionalmente asociada a la cocina gourmet, destacada por su método de cocción lenta que garantiza una carne tierna y jugosa. En esta receta, acompañaremos el confit con un gratén de papas y una salsa de frutos rojos que le dará un toque dulce y ácido que contrasta a la perfección con los sabores del pato.
Marinar el pato: Comienza limpiando bien los muslos de pato y retirando cualquier resto de plumas o impurezas. Luego, sazona los muslos con sal gruesa y pimienta negra. Coloca las ramas de tomillo y las hojas de laurel sobre los muslos y deja marinar en el refrigerador durante al menos 12 horas. Este paso es importante para asegurar que el pato absorba todos los sabores y quede tierno después de la cocción.
Cocción lenta del confit: Precalienta el horno a 140°C. Retira los muslos de pato de la marinada y límpialos bien para quitar el exceso de sal. Coloca los muslos en una fuente de horno profunda, cubiertos completamente con grasa de pato (o aceite vegetal). Cocina a baja temperatura durante 2 a 3 horas. El confit estará listo cuando la carne se deshaga con facilidad. Es importante no aumentar la temperatura para que la cocción sea lenta y constante.
Dorar el pato: Una vez cocido, retira los muslos de la grasa y colócalos en una bandeja para horno. Aumenta la temperatura del horno a 200°C y hornea durante 10 a 15 minutos más hasta que la piel del pato esté dorada y crujiente. Reserva.
Precalentar el horno: Mientras el pato se cocina, puedes empezar a preparar el gratén. Precalienta el horno a 180°C.
Cortar las papas: Pela las papas y córtalas en rodajas finas de aproximadamente 3 mm de grosor. Cuanto más finas sean las rodajas, más rápida y homogénea será la cocción.
Preparar la mezcla cremosa: En un bol, mezcla la crema de leche con los ajos picados finamente, sal y pimienta al gusto. Si prefieres, puedes añadir un poco de queso rallado para darle un toque más gratinado.
Montar el gratén: Engrasa una fuente para horno con un poco de mantequilla y comienza a colocar las rodajas de papa en capas. Entre capa y capa, añade un poco de la mezcla de crema para que se impregnen bien. Repite el proceso hasta terminar con todas las papas y vierte el resto de la crema por encima. Si decidiste usar queso rallado, espolvorea por encima antes de hornear.
Hornear: Coloca el gratén en el horno y hornea durante 45 minutos o hasta que las papas estén tiernas y la parte superior tenga un color dorado. Si al pinchar con un tenedor las papas están suaves, el gratén está listo.
Cocinar los frutos rojos: En una cacerola pequeña, coloca los frutos rojos junto con el azúcar, el agua y la miel. Cocina a fuego medio durante 10 minutos o hasta que los frutos comiencen a deshacerse y la salsa espese ligeramente. Si deseas una textura más suave, puedes pasar la salsa por un colador para eliminar las semillas. Sin embargo, si prefieres una textura más rústica, puedes dejarla tal cual.
Ajustar la consistencia: Si la salsa está muy espesa, puedes añadir un poco más de agua hasta obtener la consistencia deseada. La salsa debe ser lo suficientemente ligera como para bañar el pato sin empaparlo demasiado.
Una vez que el confit de pato, el gratén de papas y la salsa de frutos rojos estén listos, llega el momento de montar el plato.
Servir el pato: Coloca un muslo de pato dorado y crujiente en el centro del plato. La piel debe estar bien tostada, mientras que el interior del muslo será tierno y jugoso.
Añadir el gratén de papas: Sirve una porción generosa de gratén de papas al lado del pato. El gratén, con su textura cremosa y su superficie dorada, será el acompañamiento perfecto.
Coronar con la salsa de frutos rojos: Finalmente, añade unas cucharadas de salsa de frutos rojos alrededor del pato y el gratén. El toque dulce y ácido de la salsa complementará a la perfección el sabor profundo del confit y el cremoso gratén.
El confit de pato con gratén de papas y salsa de frutos rojos es una receta que, aunque requiere tiempo, vale cada minuto invertido. Este plato ofrece una explosión de sabores, desde la jugosidad y suavidad del pato, la cremosidad del gratén de papas, hasta la acidez refrescante de la salsa de frutos rojos. Ideal para ocasiones especiales o cuando quieras deleitar a tus invitados con un plato elegante y lleno de matices.
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